LA PRESERVACIÓN DE LOS JARDINES PRIVADOS DE UN ARQUITECTO PAISAJISTA PIONERO DEBERÍA HABER SIDO FÁCIL.
POR TIMOTHY A. SCHULER

Cuando Joseph Yamada y su esposa, Elizabeth, murieron con nueve días de diferencia en mayo de 2020, aparecieron obituarios y agradecimientos en Los Angeles Times, San Diego Union-Tribune y NPR. La mayoría se centraban en la increíble historia de la pareja: Nacidos con dos días de diferencia en 1930, ambos se conocieron a los 11 años en un campo de internamiento japonés. Más tarde asistieron a la misma escuela secundaria, estudiaron juntos en la Universidad de California, Berkeley, y luego volvieron a San Diego, donde Joe Yamada se convirtió en uno de los arquitectos paisajistas más célebres de su generación y Liz Yamada fue la primera profesora asiática de la San Diego High School, incorporándose más tarde como socia a la empresa de su marido, Wimmer Yamada & Associates.
La muerte de los Yamada conmovió a muchos miembros de la comunidad de diseñadores de San Diego. “Fue justo al principio de la pandemia, y Liz falleció de COVID, así que para mí fue un golpe duro”, recuerda Kelsey Kaline, especialista en la conservación histórica de IS Architecture en San Diego. Cuando la familia Yamada organizó una venta de bienes en la casa de la pareja en La Jolla, atrajo no sólo a amigos y vecinos, sino a entusiastas del diseño que conocían a Joe Yamada por su reputación. “Creo que mucha gente fue sólo para presentarle sus respetos”, dice Kaline.
También se puso a la venta la casa de los Yamada, en el 1676 de El Camino del Teatro, una casa modernista de madera de los años 70, de 3.330 pies cuadrados, diseñada para la pareja por el hermano de Liz, el arquitecto David Kikuchi. Con seis terrazas que extienden el espacio habitable al exterior —descritas en una edición de 1978 de la revista HOME de Los Angeles Times como “playas que rodean una isla boscosa”, — la casa está situada en un terreno en una pronunciada pendiente, con una secuencia de entrada de estilo japonés diseñada por Joe Yamada que incluye un camino de piedra, colocado en seco, que serpentea suavemente entre las densas plantaciones de Pinus thunbergii, Metrosideros excelsa y Rhaphiolepis umbellata f. ovata.
En 2021, la casa se vendió a Troy Wu e Insun Lee, que reconocieron su importancia histórica y empezaron a estudiar cómo conseguir que se catalogara como propiedad histórica a nivel local. Se pusieron en contacto con la empresa de Kaline, especializada en conservación histórica. “Se pusieron en contacto con nosotros no sólo para iniciar el proceso de designación, sino también para comprender mejor lo que podían o no podían – o no deberían – cambiar”, explica Kaline. Por lo que pudo ver, Wu y Lee querían de verdad es “entender su papel en la conservación de la propiedad en el futuro. Ellos quieren ser administradores del recurso, lo cual es raro”.

En IS Architecture había pocas dudas de que la casa cumplía los criterios para ser designada. No sólo era un ejemplo de un estilo arquitectónico distinto (Criterio C de la normativa de recursos históricos de la ciudad), sino que además estaba asociada a una figura, en este caso, dos personas, que fueron “significativos en la historia local, estatal o nacional” (Criterio B).
Un discípulo de modernistas californianos como Thomas Church y Garrett Eckbo, Joe Yamada diseñó los paisajes de muchos espacios que se convirtieron en lugares emblemáticos de San Diego: Seaport Village, el Instituto Scripps de Oceanografía, los parques de Embarcadero Marina, SeaWorld y partes del campus de la Universidad de California en San Diego. “Siempre me han interesado los paisajes históricos y, especialmente los paisajes diseñados a mediados de siglo, y en ese ámbito [Joe] es un tipo de gigante”, dice Todd Pitman, ASLA, que, como arquitecto paisajista del campus y subdirector de planificación de la Universidad de California de San Diego, gestiona paisajes diseñados originalmente por Yamada. Patrick Caughey, FASLA, que se unió a Wimmer Yamada en 1984 y más tarde se convirtió en socio de nombre, recordó en una historia oral producida por la Cultural Landscape Foundation que durante la década de 1950 hasta la década de 1970, “si ibas a hacer un proyecto en la ciudad, necesitabas a Joe Yamada.”
En septiembre de 2022, la nominación de la Casa Yamada (Yamada House), situada en una zona de La Jolla conocida como Muirlands, se presentó ante la Junta de Recursos Históricos (HRB) de San Diego, sometida a los Criterios B y C. La junta acordó que la casa debía ser designada. Sólo había un problema. “Me parece irónico que estemos designando la casa de un arquitecto paisajista, y no haya componentes paisajísticos en la designación”, dijo en la reunión Ann Woods, profesora de historia del arte en la Universidad Estatal de San Diego y miembro de la HRB. Los pocos elementos paisajísticos que se mencionaron no se identificaron como elementos que contribuyeran a la naturaleza histórica de la propiedad, algo que a Woods le pareció extraño. “Caminé por el jardín delantero y está claro que forma parte del diseño de la casa. Era importante”, dice ahora Woods. La HRB aplazó la votación y pidió a IS Architecture que hiciera un inventario de los elementos paisajísticos de importancia histórica y que volviera a solicitar la designación más adelante.

La omisión del paisaje de Yamada en la nominación original es un recordatorio de hasta qué punto las normas de conservación histórica se inclinan hacia la arquitectura y también representa una oportunidad para este campo. “No creo que estemos muy bien informados sobre la arquitectura paisajista en general. Tenemos un consejo civil y procedemos de ámbitos muy diversos”, afirma Woods (aunque el HRB está obligado a contar con un arquitecto paisajista).
Pero no se trata sólo de quién forma parte del consejo. Los procesos básicos que rigen la conservación suelen ignorar la arquitectura paisajista como una disciplina. En San Diego, por ejemplo, las directrices de la Junta de Recursos Históricos (HRB) establecen que el Criterio C “se aplica a los recursos significativos por su diseño físico o su método de construcción”. Aunque el término “diseño físico” es lo suficientemente amplio como para aplicarse a la arquitectura paisajista, las directrices añaden: “El recurso debe incorporar características distintivas de un estilo de arquitectura, un tipo de construcción, un periodo de construcción reconocido o un método de construcción identificable, según lo establecido a través de conjuntos aceptados de trabajo académico y profesional.”
“En general, este tipo de informes no son muy propicios para los elementos paisajistas”, admite Kaline. Una razón fundamental es que los paisajes están vivos. Crecen y cambian, y no siempre queda constancia de cuándo se realizan alteraciones. Aunque el Historic American Landscapes Survey, gestionado por el Servicio de Parques Nacionales, cuenta con directrices para documentar paisajes, el programa no se creó hasta el año 2000, y las designaciones locales dependen de historiadores locales con conocimientos sobre paisajes.
También es un problema dentro de la arquitectura paisajista. Pitman, arquitecto paisajista de la Universidad de California en San Diego, pasó seis años como miembro de la Junta de Recursos Históricos (HRB) antes de renunciar en mayo de 2022. Dice que el personal de la ciudad y el HRB deberían “hacer su debida diligencia para ser más conscientes de dónde están” y educarse sobre los diseñadores que dieron forma a San Diego. Pero también argumenta que “los arquitectos, en general, hacen un mejor trabajo defendiendo a sus héroes. Todo el mundo sabe quién es Frank Lloyd Wright, ¿verdad? Deberíamos celebrar a la gente que hace grandes obras que nos precedieron”. En el caso de la Casa Yamada, fue una suerte que la carrera de Joe Yamada estuviera tan bien documentada y – en gran parte gracias al trabajo de la Cultural Landscape Foundation, cuyas historias orales están disponibles en línea de forma gratuita – tan accesible como lo está. Y sin embargo, por cada Joe Yamada hay diez diseñadores igualmente importantes cuyo trabajo no está tan cuidadosamente documentado, dice Pitman.

Por recomendación de la Junta de Recursos Históricos (HRB), el equipo de IS Architecture revisó el paisaje de la Casa Yamada. Sin un plan formal (parece que Yamada nunca hizo dibujos del jardín), los arquitectos revisaron las imágenes de la entrevista de la Cultural Landscape Foundation con Yamada en la historia oral en busca de pistas sobre su visión original. Según el informe final sobre recursos históricos, tanto Joe Yamada como Harriett Wimmer, su mentora y socia en Wimmer Yamada & Associates, estaban “influidos por el diseño paisajista de jardines japoneses”, y fueron coautores de al menos un artículo sobre este estilo. Para la casa de El Camino del Teatro, Yamada combinó elementos tradicionales japoneses, como piedra natural, bambú y una fuente de agua activa, con una paleta de plantas monocromática restringida. Grandes rocas colocadas a mano definieron los espacios y crearon lechos, que se llenaron de helechos y arbustos de flores blancas, un guiño a Wimmer.
El uso de una topografía con vegetación ondulada para dirigir las líneas de visión es una estrategia que Yamada utilizó en otros lugares, hasta el punto de que se conoció en San Diego como el “rollo Yamada” (Yamada roll). “[Joe] era un maestro del relieve (topografía)”, dice Pitman. “Utilizaba los montículos y la nivelación para crear espacio, proteger las vistas no deseadas y sugerir movimiento y circulación”. Aunque los Yamada dieron rienda suelta a Kikuchi en cuanto al estilo de su casa, es probable que Joe Yamada también influyera en el emplazamiento de la casa, ya que “insistía regularmente en que fuera el arquitecto paisajista quien emplazara el edificio antes de que comenzara el diseño arquitectónico”, según la nominación. A Yamada le gustaban los “espacios paisajistas únicos” que resultaban de ubicar un edificio en el solar.
Sorprendentemente, aparte de la adición en 2014 de un área de golf (putting green) en el patio trasero, el paisaje de la Casa Yamada está prácticamente intacto. “Cuando hablamos de Joe Yamada, tener en cuenta su propia casa, con su propio paisaje y su propia estética, y que estuviera prácticamente intacta, fue una oportunidad increíble”, afirma Pitman.
El informe final de IS Architecture, finalizado en octubre de 2022, identificaba la pasarela de piedra escalonada y la cascada, así como la característica de roca (“colocado al estilo japonés sin mortero de hormigón”) como elementos paisajistas significativos, junto con sicomoros maduros, árboles de Navidad neozelandeses y pinos negros japoneses; rhaphiolepis de flor blanca; nandina; y lirios de quincena.

Alentada por Woods, la nominación final también elevó formalmente a Joe Yamada a la categoría de “maestro arquitecto paisajista” dentro de la ciudad de San Diego, lo que hizo que la propiedad fuera elegible según el Criterio D (“representativa del notable trabajo de un maestro de obras, diseñador, arquitecto, ingeniero, arquitecto paisajista, diseñador de interiores, artista o artesano”). También presentó el caso que la Casa Yamada puede ser designada según el Criterio A, como propiedad que refleja “elementos especiales del desarrollo histórico, arqueológico, cultural, social, económico, político, estético, de ingeniería, paisajístico o arquitectónico de la ciudad, de una comunidad o de un barrio”. Los Yamada fueron la primera familia asiático-americana a la que se permitió comprar terrenos en Muirlands, contribuyendo tácitamente a poner fin a una práctica discriminatoria entre los agentes inmobiliarios y propietarios locales. “Los Yamada rompieron el pacto de caballeros según el cual las personas de ascendencia japonesa no debían poseer casas en esa zona”, explica Kaline.
Kaline también se aseguró de que Elizabeth Yamada figurara en el título de la Casa Yamada y dedicó una parte importante de la nominación a sus muchos logros individuales, entre ellos, formar parte de los consejos de numerosas instituciones culturales, incluida la National Japanese American Memorial Foundation de Washington, D.C., y abogar por la preservación de la historia japonesa-americana. La nominación también señala que Elizabeth Yamada fue “esencial” para el éxito de Wimmer Yamada & Associates, a la que se incorporó como administradora, y más tarde socia, en 1976. “Soy una gran defensora de que las mujeres reciban el mismo reconocimiento que los hombres”, afirma Kaline. “A menudo, en la conservación sólo nos fijamos en el material original, pero éste a menudo carece del componente femenino porque se pasó por alto en su momento”.
Tras examinar la nominación revisada, la Junta de Recursos Históricos (HRB) votó por unanimidad la designación de la Casa Yamada como bien histórico según los cuatro criterios. “He conseguido tres criterios antes, pero llegar a cuatro es algo inaudito”, dice Kaline. La votación representa un gran paso adelante para la visibilidad de la arquitectura paisajista en general y de Joe Yamada en particular, afirma Pitman. “Había gente en la junta que ni siquiera sabía que se podía designar a un maestro arquitecto paisajista”, dice él. “No es ignorancia voluntaria. Simplemente nunca se plantean. Así que a medida que estas cosas se hacen más comunes, casi tiene un efecto de bola de nieve”.
Woods dice que está inmensamente contenta con el resultado. “Decirle a un asesor: ‘Tienes que volver y hacer toda esta investigación y explicar por qué esta persona es ahora un maestro’, puede ser realmente oneroso. Es caro. Así que estoy contenta de haber llegado tan lejos”, afirma ella.
Sin embargo, por muy completa que sea la nominación final, para Kaline no es más que un punto de partida. “Podría haberme pasado dos años trabajando en esto”, dice. “Podría haber escrito un libro. Alguien debería escribir un libro”.
TIMOTHY A. SCHULER ESCRIBE SOBRE LA INTERSECCIÓN ENTRE EL ENTORNO CONSTRUIDO Y EL NATURAL. VIVE EN LAS COLINAS DE KANSAS FLINT HILLS.